Contenido en este artículo
Responsabilidad Civil por Daños Causados por Caballos: Normativa, Límites y Protección para Propietarios
La responsabilidad civil de los propietarios de un caballo se basa en el principio de que, como el caballo es un animal sin capacidad racional, la responsabilidad por los daños que pueda causar recae en su cuidador o propietario. Este tipo de responsabilidad está recogido en el artículo 1905 del Código Civil español, que establece que el poseedor de un animal es responsable de los daños que este cause, incluso si se escapa o se pierde, salvo que se pruebe que el daño fue causado por fuerza mayor o por culpa de la víctima.
Claves de la responsabilidad
1. Naturaleza irracional del caballo: El caballo es un animal que actúa por instinto, lo que dificulta su control en situaciones de miedo o peligro. Su comportamiento puede ser impredecible debido a sus instintos de supervivencia, lo que genera riesgos inherentes para los terceros.
2. Límites de la responsabilidad: La responsabilidad del propietario se puede eximir si se prueba la intervención de una causa de fuerza mayor (por ejemplo, un terremoto que asusta al caballo y lo hace huir) o si el propio perjudicado actuó con culpa, por ejemplo, si provocó al animal.
Accidentes en la vía pública
Los propietarios deben tener especial cuidado con los caballos en la vía pública, ya que en caso de accidente de tráfico o invasión de la carretera, pueden ser responsables de los daños ocasionados. Esto está regulado en el Reglamento General de Circulación y en la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
No te pierdas:Ejemplos de responsabilidad
• Si un caballo escapa de su establo e invade la carretera, causando un accidente.
• Si en un evento el caballo patea o muerde a una persona u otro caballo.
Seguro de responsabilidad civil
Para mitigar riesgos, es común que los propietarios adquieran un seguro de responsabilidad civil. Aunque no es obligatorio, existen múltiples opciones de seguros que cubren desde daños a terceros hasta el robo o la muerte del animal.
En resumen, aunque la responsabilidad por daños es automática para el propietario del caballo, existen excepciones que pueden limitarla. Además, se recomienda contratar seguros para protegerse de los riesgos inherentes.